Creo que es algo común, no sólo para mi, sino también para el resto de los mortales que cuando nos enteramos que va a haber una tormenta invernal en nuestra ciudad, o cuando ya podemos empezar a saborear los primeros aromas de la navidad y el invierno (dependiendo del polo del planeta en el que te encuentres) todos tenemos la misma reacción: Sacar nuestra edición extendida de los DVDs de El Señor de los Anillos.
Para ser justos, con o sin tormenta de nieve, muchos hacemos esto todos los años durante las fiestas. Personalmente, La Comunidad del Anillo, Las Dos Torres y El Retorno del Rey tuvieron sucesivos lanzamientos a finales de diciembre durante mis años de formación y principios de la adolescencia, por lo que siempre han estado indeleblemente ligados a esta temporada del año para mí. Y la realidad que he sabido sacar de toda reacción y correlación es que las películas de El Señor de los Anillos son técnicamente películas de Navidad, de hecho, ¡las mejores películas de Navidad🎄!
Admitiré que hay algo de parcialidad aquí. No voy a comprar Funko Pops o a organizar una boda desastrosa sobre El Señor de los Anillos, y eso es porque soy un adulto funcional con un sano sentido de la vergüenza y bastante sentido común (creo). Aunque quizá pudiera tener una copia de El Silmarillion y haber leído cada libro de Tolkien y llorar cada vez que escucho las canciones de Enya en la banda sonora u obsesionarme un poquitín con el susurro de «por Frodo» de Aragorn frente a la puerta negra o cuando todo el pueblo de Gondor inca sus rodillas ante los 4 hobbits o cuando Frodo parte a las tierras imperece…. bueno.. ya está.
Más allá de eso, hay alguna evidencia real y tangible que coloca a la trilogía del Señor de los Anillos en el panteón de las películas navideñas.
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El Señor de los Anillos tiene un ambiente navideño
La más obvia es que hay elfos. Sí, los elfos son altos y ágiles y tienen extensiones rubias sedosas. Y uno de los principales está ahora casado con Katy Perry, uno es la hija de Stephen Tyler, uno estuvo en The Matrix, y el último es la enojada y maravillosa Cate Blanchett. Lo siento, ¿a dónde iba con esto? Siguen siendo elfos. Pero si buscas la tradicional galleta Keebler y los reyes cortos de la variedad del taller de Santa, hay hobbits. Para toques festivos más atmosféricos, los palantir son básicamente bolas de nieve, Gandalf se parece a Santa, y Saruman se parece al extraño Santa del centro comercial que no quieres dejar que se acerque a tus hijos. Estoy desvariando.
El Señor de los Anillos tiene connotaciones Cristianas
En cuanto al tiempo, la comunidad se pone en marcha para destruir el Anillo Único el 25 de diciembre. ¡Ajá! ¡Está justo ahí! Esto fue intencional: J.R.R. Tolkien era un católico devoto que una vez escribió a un amigo que El Señor de los Anillos «es, por supuesto, una obra fundamentalmente religiosa y católica; inconscientemente al principio, pero conscientemente en revisión«. Y temas como el de Cristo aparecen en toda la trilogía, desde Frodo llevando la carga de su anillo como una cruz, hasta Gandalf el Gris muriendo y obteniendo un resplandor en forma de resurrección como Gandalf el Blanco. Es cierto que Tolkien repitió bastante que su obra no era una alegoría, pero el trasfondo cristiano impregna sus libros, haya querido él o no.
Las peleas familiares
Debemos recordar que la Navidad, además de ser un día para que los seres queridos se reúnan y se impregnen del espíritu navideño, es también un momento para desenterrar traumas familiares profundamente arraigados y reproducir los conflictos de nuestra juventud hasta la náusea. La trilogía del Señor de los Anillos reconoce esto plenamente. La relación de Denethor con sus hijos Borimir y Farimir avergüenza las escenas más incómodas de La familia Stone. Y, hablando en general, hay muchos tíos a lo largo y ancho de la Tierra Media.
El Señor de los Anillos es muuuy larga
En última instancia, lo que hace que la trilogía de El Señor de los Anillos sea perfecta para las películas navideñas es que, en total, llegan a casi 12 horas de duración. Incluso en un año típico, estaríamos terminando el trabajo y enfrentándonos a una extensión de tiempo de inactividad frígida que llenar. Esto es exponencialmente cierto este año. Como Gandalf le dijo a Frodo: «Todo lo que tenemos que decidir es qué hacer con el tiempo que se nos da«. Y deberías decidirte a ver El Señor de los Anillos de nuevo.
Pero, a todas estas, ¿tú que crees? ¿El Señor de los anillos es una película de navidad o no? ¿Es la mejor película de navidad? Deja tus opiniones en los comentarios y ¡participa en la encuesta!