Recuerdo el debate a principios del verano de 2012 cuando Peter Jackson confirmaba que El Hobbit serían tres películas. Muchos estábamos expectantes de poder ver de ver la primera película de nuestro universo favorito tras nueve años de noticias y rumores. Yo en ese momento me posicioné ante los detractores de la idea ya que no entendía como de un libro mucho menor en información se podría sacar el mismo metraje.
Llegaron las películas y en general tuvieron una buena acogida aunque está claro que no marcaron tanto como la trilogía anterior. Sería muy difícil decir que fracasaron como películas pero si pienso que fracasaron comparativamente con la trilogía de El Señor de los Anillos (en adelante ESDLA).
La comparación más sencilla sería pensar en el reconocimiento de la academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas mediante los precios Óscar. La trilogía antigua barre a El Hobbit 15 vs 1 premios, 28 vs 9 nominaciones. Podemos pensar que el camino técnico que inició la trilogía de El Señor de los Anillos difícilmente era superable pero recordemos que el hobbit se sumó a la fiesta del 3D con una buena ejecución
Otra comparación más difícil de ver pero también importante para mí es la recaudación, menos gente fue al cine. Recuerdo ver El retorno del Rey tres o cuatro veces en el cine. Quizás viendo las cifras no lo parece tanto pero ESDLA ganó en su año lo mismo habiendo invertido un tercio de dinero y si ajustamos la recaudación a la inflación** vemos que la recaudación de la segunda trilogía fue menor.
Y por último y más importante hecho: las reposiciones navideñas. las cadenas de televisión han reflejado el gusto actual y, no tenemos navidades sin reposición de la trilogía de ESDLA. No creo que tras 6 u 8 años de la última película de El Hobbit sea un problema de derechos lo que frena a las cadenas a poner El Hobbit: La desolación de Smaug.
Una vez aclaradas mis razones para constatar el fracaso de esta trilogía, una vez más repito, comparativamente. Tengo varias ideas de por qué fracasó y todas ellas existían antes de la proyección de las películas
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Altas expectativas
La madre del cordero de todo este artículo es la expectativa. Largos años de rumores y esperas, de ilusiones y desilusiones nos esperaron a los aficionados de El Señor de los Anillos hasta ver el Hobbit en un proyecto cinematográfico de calidad.
Esas expectativas precedidas de unas películas increíbles hacían muy difícil para cualquier equipo de gente crear películas que satisficieran esas ansias.
El Hobbit no recogió el libro
La mayor parte de las quejas de la comunidad friki vinieron por la inclusión de material. En la mente de todos quedará nuestra amiga Tauriel, pobre Evangeline Lilly que no sabía la que le venía encima o hacer una película entera sobre un hecho no narrado (la tercera). La base de las personas que fueron a ver las películas eran aficionados a los libros o como mínimo, a las anteriores películas. Esos aficionados son los que te llenan los cines y que van tres o cuatro veces porque es mucho tiempo esperar a la salida en DVD, Blu-Ray o plataformas digitales.
Al dejar de lado a ese sector pierdes parte de la fuerza que puede tener la película. Recordar que estamos midiendo el éxito o fracaso de un producto comercial. Algo muy parecido se ha visto en las dos trilogías posteriores de Star Wars con una mayor recaudación en sus primeras películas aunque con la gran diferencia de que estás no se trataban de adaptaciones literarias.
El Hobbit no recogió la esencia del libro
El hobbit es un libro para niños, es una historia infantil con tramas con un desarrollo más simple que otros libros o novelas. Y ahí reside su magia. En la primera película esa magia estaba, veíamos como Bilbo paseaba por la Tierra Media para deleite de los espectadores, oímos preciosas canciones y conocimos a los enanos como nunca los habíamos visto más allá de “alivio cómico” Gimli.
Esa esencia infantil impregnada en todo el libro se va desvaneciendo junto con el interés del guión a lo largo de la trilogía. Perder esa esencia es la mayor debilidad de estas películas.
El hobbit quiso ser El Señor de los Anillos
En las dos siguientes películas vimos acción a raudales, se quisieron complicar tramas para tener una película más juvenil o adulta. Se añadieron historias para mostrar la Tierra Media en su esplendor, para ser más como El Señor de los Anillos. Sin embargo, sin esencia la película no llegó a ese escalafón que si alcanzó con creces la primera trilogía.
No se si debió a deseos comerciales o a un deseo genuino de Peter Jackson pero fue un gran error, en mi humilde opinión, aumentar el número de películas.
Quizás lo ideal hubiera sido como en el orden de publicación de los libros, que las películas de ESDLA se hubieran realizado más tarde. Esto pudiera haber dado más espacio a la trilogía o la película de El Hobbit. Nunca se sabrá.
¿Y la serie de Amazon?
Creo que la serie de Amazon será otra historia, inicialmente las pretensiones son diferentes, no se espera fidelidad ante el libro que quizás si se esperaba con la trilogía de El Hobbit.
Ya hemos sufrido cierto cambio de material respecto al libro en otros productos más allá del cine con éxito como el videojuego Sombras de Mordor y su secuela.
Esa expectativa menos “fiel” creo que nos ayudará a disfrutar del contexto de historias paralelas dentro de la Tierra Media y veremos una serie estupenda.
Y ustedes, ¿ven las seis películas por igual? ¿cuál es su opinión de la trilogía de El Hobbit?
**Para calcular el ajuste de inflación he considerado el precio de las entradas de cine en EEUU desde la siguiente página https://es.statista.com/estadisticas/600692/precio-medio-de-las-entradas-de-cine-en-estados-unidos-y-canada/
Obviamente no es un cálculo exacto pero si me sirve para demostrar el éxito menor económico de la segunda trilogía de películas.
Coincido con el artículo, se generaron altas expectativas que no se cumplieron, además de las alteraciones importantes que Jackson hizo o permitió. Lo lamentable fue que le metieron politiquería correcta y absurda inclusión, que no es parte de la historia original.